Lee lo que vayas escribiendo, reléelo y ve haciendo cambios cuando los creas necesarios. Algo que ayuda mucho es leerlo en voz alta, incluso mejor, leerlo con alguien más. Cuando termines, déjalo descansar y léelo una vez más al día siguiente. Es tu obra, puedes moldearla como quieras.
Zadie Smith, considerada una de las autoras más interesantes del panorama británico nos dice:
Deja que pase una cantidad de tiempo considerable entre que escribes algo y lo editas.
Imagínate que eres un niño mientras escribes tu capítulo, tu novela, poema, cuando lo termines déjalo a un lado, y luego de unos días, léelo como si hubieses madurado, como un adulto.
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